Lucrecia Emperatriz Santa Cruz

Con sentimientos tiernos, anunciamos que nuestra madre Lucrecia Emperatriz Fernández Ugaz murió a los 91 años la mañana del 24 de Enero de 2023 en su casa en la ciudad de Sandy, Utah por causas incedentales a la edad.

Lucrecia Emperatriz nos deja un legado de servicio y buenas obras. Nació en la provincia de Santa Cruz del departamento de Cajamarca en su amado país, Perú. Ella fue la décima y última de los hijos de Don Alcides Fernández Samame y Tarcila Ugaz Llontop.  A la edad de 16 años emigró a la cuidad de Lima  en busca de oportunidades de desarrollo y educación superior, donde inició una trayectoria de persona emprendedora gracias a su carácter recto, disciplinado, creativo y resilente. En Lima conoció a quien sería su acompañante y esposo fiel, José Santa Cruz Laboriano, de cuya unión nacieron 6 hijos, Julia, Elizabeth, José Luis, Ruth, Sinho, Marco y luego se unió a la familia Luchito, el benjamín, a los cuales durante toda su vida, transmitieron los mismos valores y principios de educación, rectitud y creencias de fé. 

Desde antes de ser un miembro SUD, Doña Lucrecia siempre se destacó por poseer un espíritu desinteresado de servicio a su prójimo. La dura responsabilidad de criar a sus propios hijos en un entorno desafiante y de escasez nunca fue una excusa para no preocuparse por los demás. En especial por los menos favorecidos, lo que la llevó a ser elegida como una líder coordinadora de programas de soporte de bienestar en la política de gobierno del presidente peruano Manuel A. Odría en su comunidad, labor que cumplió de manera generosa. 

Su profundo anhelo por compartir tradiciones cristianas en su entorno fué lo que la impulsó a involucrar y motivar a muchas familias de su vecindario sin considerar color político, nivel social o creencia religiosa a participar de manera activa en las celebraciones de las fiestas navideñas, poniendo a disposición su propia casa como lugar de reunión. En su hogar nunca faltó un chocolate con panetón para ser compartido.

Su pasión por la lectura, la escritura, la poesía y el canto hicieron que Lucrecia, conocida dentro de la intimidad familiar como Emperita, desarrollara una personalidad alegre con el talento de ganar amistades con facilidad. 

En Julio de 1967, en una visita a la casa de su hermana mayor Lala, se encontró con unos misioneros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que estaban enseñando una charla de sus creencias, quienes se presentaron y tomaron su referencia para ser recibidos en su propia casa. Después de unos pocos meses de enseñanzas del Evangelio, forjó su propio testimonio del verdadero propósito de esta vida, que la llevó a tomar la decisión  de convertirse en miembro de la Iglesia  junto con sus hijas. Su  cambio espiritual conmovió a Don José, quién luego de haber sorteado algunas dudas iniciales, ya no tuvo ningún reparo en seguir su ejemplo de unirse a la Iglesia SUD con el resto de sus hijos, unos pocos meses después. 

Lucrecia desempeño muchas posiciones dentro de la Iglesia. Fue Maestra de la Escuela Dominical, Secretaria de la Sociedad de Socorro de Estaca, Presidenta de la Sociedad de Socorro de su Barrio. También se desempeñó como obrera a tiempo completo en el nuevo Templo de Lima y fue una fiel soporte de su esposo en las funciones como Obispo de Barrio.   

Desde el año 1995 decide radicar en los Estados Unidos de Norte América al lado de sus hijas para luego promover que el resto de su familia también llegara y se consolide en este país.

En esta nueva tierra, Doña Lucrecia y Don José vieron crecer a su familia. Ahora sus siete hijos le han dado 18 nietos , 30 bisnietos y 3 tataranietos. 

El legado que deja Doña Lucrecia es invalorable. Un ejemplo de la forma de como salir adelante a pesar de las vicisitudes de la vida. Su perfil de valentía, emprendimiento alegre y fidelidad constante, la han preparado para cuando esté frente al Gran Juez de nuestra vida. 

La extrañaremos sin cesar y pedimos a Nuestro Padre Celestial nos haga dignos de su amoroso legado.